Es un método para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios. Proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto. De ahí su nombre, que en español se traduce de forma literal como “Pensamiento de Diseño” o la “forma en la que piensan los diseñadores”. El proceso de Design Thinking se compone de cuatro etapas; no es lineal; y en cualquier momento es posible ir hacia atrás o hacia delante si se considera oportuno, saltando incluso a etapas no consecutivas. Se comienza recolectando mucha información, generando una gran cantidad de contenido, que crecerá o disminuirá, dependiendo de la fase en la que se esté situado.
Dentro de los aprendizajes que fomenta se encuentran los siguientes:
- Visión holística de la situación o problema
- Expresión y escucha activa
- Empatía y tolerancia
- Pensamiento crítico
- Toma de decisiones
- Inteligencia social
- Razonamiento para la complejidad
- Compromiso ético y ciudadano
- Comunicación