El nombre de esta estrategia “Pechakucha” deriva de un término japonés (pa-chok-cha) que significa cháchara o parloteo. Esta estrategia de exploración de contenidos se transmite en un formato de presentación 20 × 20 donde se consigue una exposición dinámica y sistemática de todas las ideas relevantes a proyectar. La exposición sólo puede durar 6 minutos y 40 segundos, ni más, ni menos.
A continuación, revisa los pasos para convertir una presentación “convencional” en una Pechakucha:
- Definición de la estructura básica
- Reúne todo el material que puedas sobre el tema y léelo con atención, ya sabes, una primera lectura rápida sobre el contenido general y, después, las necesarias para profundizar y extraer los puntos clave.
- ¡Sintetiza!, ordena y clasifica la información en base a lo que quieres resaltar.
- División de los apartados
- Piensa en la estructura de las diapositivas. Tenemos 20 diapositivas, con 20 segundos para cada una. La primera diapositiva se puede dedicar a nuestra propia presentación y la última, seguramente servirá para cerrar la ponencia. Con esto, quedan 18 diapositivas entre las que repartir los contenidos.
- Desarrollo de los conceptos
- Piensa en el tema, si lo puedes dividir en apartados y qué proporción de diapositivas debería ocupar, según importancia y jerarquías, cada uno de ellos.
- Haz un esquema de los contenidos y empieza a organizar el guion a modo de historia, contando con las 18 + 2 (presentación y cierre) diapositivas.
- Probar
- Ensaya en voz alta el esquema o el guion que has organizado y pon en marcha el cronómetro. Cambia, quita, pon y reordena hasta que cumplas con los 6 minutos y 40 segundos correctamente.
- Control de calidad
- Piensa en la estética. Cuando tengas el discurso más o menos organizado, llega el momento de trabajar sobre las diapositivas. Lo suyo es que toda la presentación mantenga una coherencia visual, para no desconcentrar al público con los cambios. Piensa conceptos muy claros para los apartados que has delimitado en el guion y busca imágenes que puedan relacionarse entre sí y puedan mantener una estética global. Puedes trabajar con imágenes propias o con bancos de imágenes, tienes donde elegir. También puedes combinarlas, lo importante es que guarden relación, al menos, las diapositivas consecutivas. De esta manera, si en el discurso se produce algo de desfase de tiempo, no será muy evidente, sino que la imagen anterior y la posterior podrán hacer, igualmente, de soporte al relato.
- Monta tu pase de diapositivas con las imágenes. Si pones algo de texto, cuida la tipografía y mantén la coherencia. Utiliza una sola familia tipográfica con diferentes pesos, si necesitas establecer jerarquías. Si combinas más de una familia, es preferible que lo reduzcas sólo a dos que combinen bien.
- Producto final
- Ensaya de nuevo con cronómetro, con algún amable voluntario(a), de nuevo en soledad, hasta que todo encaje perfectamente. Finalmente, ensaya tu presentación sin mirar.