El afrontamiento del estrés es muy importante para favorecer la vivencia de emociones en el aula; mediante actividades, métodos y estrategias que propicien el disfrute y la curiosidad y que reduzcan el estrés, se promueven estados emocionales que fortalecen el aprendizaje. Incluir emociones en el proceso de enseñanza, mejora en el aprendiz la atención, la curiosidad, el esfuerzo, la autorregulación, la memoria y la motivación, favoreciendo el aprendizaje efectivo, a largo plazo y de fácil recuperación (Benavidez y Flores, 2019).